viernes, 21 de enero de 2011

ARREPENTIMIENTO

Era demasiado pequeño como para sentir tanto rencor y odio...pero les confieso sufrí mucho y me arrepiento.


La tarde caía el delicioso olor a plátano, mezclado con el encantador aroma de  café anunciaban buenas nuevas, todos en la casa se apresuraban, la cocina  no tenia cupo ya, éramos  3 primos  mi hermana y yo quienes sentados en el piso de la cocina esperábamos impacientes la hora del servicio de alimentos preparado por nuestras hermosas madres quienes en la mañana nos habían prometido para la tarde unas deliciosas bolas  mágicas que alimentan, que se llamaban buñuelos. Era la tarde de navidad aquella noche nacería un niño, un lindo niño, el niño Dios, solo pensaba en eso mientras mordía con el gran placer esos buñuelos mágicos, durante 8 días de encuentros con otros niños la señoras del hospital y los señores del cuerpo de bomberos nos preparaban para el suceso, todos los días tuve la oportunidad de ver a maría con una protuberante barriga y a José con una sabana  como la de mi cama en la cabeza y siempre estaba detrás de ella...nunca supe porque estaba tan gorda maría y mucho menos entendía quien era el espíritu santo acaso era el malo de la historia, o era un ángel .....En fin  mi preocupación del día  era sobre como será el niño dios, igual que yo... tendrá poderes como el chapulín colorado, o será un niño pobre como el chavo, yo estaba muy contento porque aunque solo tenia 4 años ya sabia por cosas de la vida, como que los niños nacían en los hospitales porque  era mas cómodo para la cigüeña dejarlos allí y que cada mamita fuera a reclamar el suyo.

Hoy era el día dijeron en la cuadra y por todo el pueblo que hoy nacía el niño dios en el hospital y además que traería muchos regalos, nunca entendí en donde pudo empacar tantos regalos esa inocente criatura, la cita era a las 7 pm en la puerta del hospital, mi mamita me vistió  con un pantaloncito corto en paño con cargaderas cruzadas , una camisa blanca de boleros y un corbatín negro, un poco de la loción de mi papa, me peino con ese famoso peinado, el partido que consistía en realizar una división  en tu cabello, unos crespos a la derecha y otros a la izquierda, yo quería verme fabuloso para encontrarme con el niño quizás los regalos no me importaban tanto yo quería verlo, salimos camino al hospital con mi mama y mi hermana, en el camino encontramos a  mis primos y una romería de compinches del barrio que solía ser uno de los mas pobres y humildes. Un tumulto de gente frente a la entrada… era muy difícil pasar mas sin embargo todos mis primos y mi hermana fueron alzados por encima de la multitud y recibidos al otro lado de la puerta y siguieron al fondo donde alcance a reconocer a José acomodando  la sabana de cama en la cabeza y a maría  poniéndose una almohada en su barriga...ehh seguramente la guardo ahí para cuando llegue el niño dios le pueda ofrecer comodidad,  la multitud me dio paso era como estar en un gran concierto o reality  la expectativa mía era grande por fin ver en vivo al niño dios. Mi mama  empujaba detrás mío y finalmente llegamos a la puerta parecía ser que ya no quedan mas niños por entrar solo yo mi mama haciendo un gran esfuerzo entre el tumulto de adultos en la puerta, me alzo y me paso a las manos de una señora de cabello largo y casi con bigotes  que llamaban  enfermera quien me cogió con fuerza y me coloco junto a la reja pero fuera del hospital…diciendo – “Esto  es solo para  niños pobres. Los niños bien vestidos y ricos no necesitan regalos... ya tenemos muchos niños adentro”. La mire con rabia, mucha rabia, mis ojos salpicaron gotas, hice un puchero con los labios y salí gritando hacia un pequeño parque frente a el hospital, me senté en la banca y llore mucho también maldije mi suerte de tener ropas bonitas y aunque no entendía bien deseaba ser tan pobre mas pobre que cualquiera, y quitarme el disfraz de rico que me vio puesto la enfermera. Yo no quería regalo yo quería conocer a el niño dios...como quien quiere conocer a su artista favorito o al actor de moda....




fueron duros meses los que siguieron todos los domingos iba a misa  y cada vez salí acordándome del niño Dios a quien con mucha rabia le desee cosas malas, como por ejemplo que nunca le dieran juguetes, que su mama María no le cocinara tan rico como la mía que también se llamaba María, que se callera del triciclo la primera vez que se montara…-un domingo me contaron que ese niño se llama Jesús...y que ya contaba con muchos años…No logre entender eso de que en pocos meses uno crece y se vuelve adulto..me imagine que seria algo similar a lo que le ocurría al chapulín con las pastillas de chiquitolin, mmm si creí que Jesús tomaba pastillas para volverse adulto muy rápido...y si no lo niego también sentí un poco de rabia porque no jugaríamos juntos pues ya no era niño, y además porque el podía hacerlo y yo no,  siempre en las noches despertaba a mis papas para peguntarles la formula de ser adulto...fue en un mes de marzo cuando llego a mis oídos una noticia veríamos a Jesús nuevamente durante dos días vendría al pueblo a lavarle los pies a los ricos del pueblo y a cenar por ultima vez…luego el viernes realizaría una caminata por estaciones en las casas y negocios de los pudientes del pueblo..pero lo bueno que todos podríamos verlo, bien el jueves  me la pase en la casa y me perdí la llegada y demás sucesos, el viernes muy a las 10 de la mañana el cura llamo a procesión todos muy cumplidos llegamos… de pronto entre la multitud apareció el niño dios, mejor dicho Jesús quien cargaba una enorme cruz y su rostro rojo y lleno de  gelatina  sentí un escalofrió juzgué que estaba sufriendo mucho y la verdad no se lo merecía... al principio tenia  mucho miedo y corrí detrás de los pantalones de papa y mama...nos adelantamos un poco para tomar puesto en el atrio de la iglesia lugar donde seguro algo importante ocurriría, nos ubicamos en las sillas y a los pocos minutos aprecio Jesús con don Joaquín el de la panadería, y Julián el peluquero quienes llevaban también una extraña cruz, Jesús paso muy cerca a mi ...ese rostro me causo dolor...pero a la vez se me hizo familiar ya lo había visto antes, mientras Jesús seguía su camino y lo preparaban para algo…Que yo no sabia...yo trataba de recordar ese rostro...me asuste cuando oí un grito… los señores romanos  habían clavado a Jesús a una cruz de manos y pies y seguidamente le clavaron una lanza…Que crueldad no se merecía esas cosas me tape los ojos lleno de horror, escuche como se reían y se burlaban de el  y fue allí cuando Jesús hablo y dijo perdónalos porque no saben lo que hacen... cuando recordé ese rostro.
Si era ella la enfermera del hospital, como hizo para convertirse en Jesús no lo se, me arrepiento y guardo  un arrepentimiento en mi corazón por que tal vez yo fui el causante de toda esta confusión en la cual el niño dios se funciono con la enfermera. Es cierto que yo a  ambos les guardaba rencor.

 Por mi culpa y mis deseos de maldad de niño de 4 años, se hacia justicia y  ahora los crucificaban a los dos que resultaron ser solo uno...la verdad me arrepiento.... Aunque ya me contaron que era una obra de teatro, que la enfermera vive feliz en el ancianato del pueblo y también la verdad sobre el niño Dios…

1 comentario:

  1. HERMOSO TE FELICITO QUE LINDAS PALABRAS ESPERO SEGUIR DISFRUTANDO DE ELLAS.....AL IGUAL DE UNA EN ESPECIAL TU SABES CUAL..................

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