REFLEXION...

Si no hubiera pobres que triste seria vivir  cada día...

Sin pobres que inútil seria la vida de los que maltratan, de los que humillan, de los egoístas, entre ellos muy tontos se matarían.

No tendrían ejemplos para vivir la vida…

No tendrían a quien imitar cada día...

Seria una miseria  despertar cada día, sin pobres la vida  no tendría alegría, no habría grandes sueños, ideas geniales y grandes inventos.

Sin pobres entonces quien trabajaría...

No existirían reinas de belleza, pues no existiría la madre Teresa

Sin pobres no habría payasos  en cada esquina promocionando comida...

Sin ricos la vida en cambio es distinta  

Nadie, extrañaría a esos locos egoístas, serian la foto que  nadie  recuerda...No dieron ejemplo, no hicieron, no fueron, solo acumularon bastante dinero. Y en amargo volvieron lo  dulce, lo bello de vivir cada día.

JUGUEMOS...

Vamos a jugar tu y yo a la felicidad; pero para ello empieza por enséñame a cuidar los bosques, a disfrutar un vaso de agua lo mismo que un dulce manjar, dame instrucciones para aprender a ser feliz hasta en mis fracasos, regálame el secreto de las bendiciones para bendecir a quienes lleguen a mi, déjame aprender a querer con ganas y sin miedo desde un mosquito, hasta cada uno de los mas extraños seres de este planeta.

Déjame imitarte en las buenas cosas que haces, déjame ser como tu; humilde, inteligente, comprometida.

Si jugamos no será necesario que me enseñes a fumar,  ni a tomar, mañana seré un hombre sin sueños.

Cuando lleguen los problemas no me enseñes a gritar, tampoco a mentir, mañana dañare y lastimare corazones.

No me enseñes a ser mediocre, ni conformista, mañana no tendré un mañana, no habrá futuro para este juego.

Enséñame a Querer y amar sin miedo a dejar de lado mi orgullo de hombre, enséñame a jugar a ser honesto, tierno y cada día un mejor humano. Juguemos ese hermoso juego de  la verdad sin maltratarnos reconociendo en cada uno de nosotros seres diferentes e imperfectos, pero dueños  del más  grandioso de los tesoros nuestra felicidad.

FUTURO

No mas violencia señores...
Desarmen sus corazones señores...
Descarguen sus  miedos y rencores.
Que aquí solo hay niños con hambre, aquí solo niños jugando a ser grandes, solo niños y niñas con sueños anhelando un futuro menos incierto.
No más mentiras señores, dejen pensar a la gente, no dañen, no lastimen a quien piensa diferente, ya no más sangre señores…
Que aquí solo hay niños con frio, aquí solo niños que buscan cariño, aquí aunque no lo creas niños y niñas felices.
Silencio, silencio señores no hablen, no susurren ni habrán sus bocas si no es para hacer a otros felices...
Bajen sus armas señores, los fusiles de sus corazones, expulsen las balas que están en sus bocas y corran en busca de los niños e inunden sus bocas con palabras limpias de odio y empaquen en sus corazones buenos ejemplos para el largo viaje de la vida, llenen sus estómagos con alimentos sanos y sus cabezas con los mejores ideas.

Dulce alimento

Despierto y la mesa esta servida, un mantel blanco, plato de  frutas dos sillas y tú  en frente.

Un café oscuro y miras con dulzura...

mesa llena de flores y sonrío con locura.

Jugo de naranja y yo te miro, galleta y mermelada y yo sonrío,

Un beso en la mejilla, otro en la barbilla, un abrazo muy fuerte, ese es mi desayuno para todos los días, no lo cambio por galletas ni jugo de naranja y tu lo sabes.

Mi desayuno en las mañanas quiero que seas  tú… Abrazos de naranja, besos de mermelada, caricias de café serán mi desayuno para emprender cada jornada mil viajes al espacio con un corazón muy bien alimentado.

Bajo la lluvia

Bajo una sombrilla caben cuatro pies, dos bocas, un abrazo, dos miradas, un solo aliento, un posible beso.
Sobre ella resbalan gotas, ríos de agua, piedras de hielo que  veloces y furiosas  chocan al encuentro y caen sobre  nuestros pies.

4 pies que se inundan,  4 zapatos que se mueren de frio 2 pares que se salvan de morir ahogados los tuyos que pisan los míos, truenos, rayos y centellas como  lo decía la abuela momento propicio para un buen café.

Un café que abra el encuentro entre dos silencios, ropas mojadas,  miradas inquietas...un café que invite a las palabras a danzar, un café que espante el frio de nuestros cuerpos y nos junte en un abrazo para unir el latir de dos  corazones inquietos que no paran de cantar   una dulce sinfonía.